¿Qué es la diástasis de rectos?
‘2 de cada 3 mujeres presentan diástasis tras el embarazo |
Se trata de una patología poco conocida aún por parte de las mujeres, y muy poco diagnosticada por parte de los profesionales sanitarios; si bien se estima que 2 de cada 3 mujeres la presentan después del embarazo.
La diástasis abdominal es la separación de los músculos rectos del abdomen como consecuencia de un daño en el tejido conectivo (línea alba) que, en condiciones normales, los mantiene unidos entre sí, y a la línea media del cuerpo.
Se trata de un problema funcional y estético, y afecta a hombres y mujeres, independientemente de la edad, o si eres sedentario o realizas mucho deporte.
Factores de riesgo:
• Aumento de peso excesivo.
• Embarazo: los rectos se separan de manera fisiológica para dar espacio al crecimiento uterino y del bebé. Los tejidos abdominales sufren una gran distensión, y unido a los cambios hormonales caracterizados por un aumento de relaxina, estrógenos, progesterona y elastina hacen que alteren la composición del colágeno, y se altere el la línea alba, que mantiene a estos dos grandes grupos musculares unidos.
• Los embarazos múltiples, los bebés de mucho peso o una embarazada con poco o un excesivo tono muscular, son otros de los factores de riesgo en la aparición de la diástasis.
• Parto: los que se complican con un expulsivo muy prolongado. Importante decir que las cesáreas no protegen frente a la aparición de esta patología,
• Hiperpresión abdominal: aabdominales clásicos, estreñimiento o tos crónica, levantar pesos con poca higiene postural….
¿Cómo saber si tengo diástasis?
La valoración manual por parte de un profesional sanitario (matrona, fisioterapeuta, ginecólogo…) es suficiente para confirmar la existencia o no de una diástasis, pero el diagnóstico puede completarse realizando una ecografía funcional de la pared abdominal.
Si quieres comprobarlo tú misma, puedes tumbarte boca arriba sobre una superficie dura (suelo, esterilla), con las rodillas flexionadas y las plantas de los pies apoyadas. En esta posición coloca un brazo detrás de la cabeza y las yemas de los dedos de tu mano libre en el abdomen a través de tu ombligo. Realiza un abdominal tradicional elevando la cabeza hacia las rodillas. Palpa con las yemas de los dedos los lados de los rectos abdominales, si entre estos dos músculos existe una separación de más de dos dedos, o lo que es lo mismo 2,5 cm, podemos decir que existe una diástasis de rectos.
¿Tiene solución?
‘La diástasis se puede solucionar trabajando conscientemente los músculos del abdomen |
En la mayoría de los casos podemos cerrar diástasis y mejorar las manifestaciones clínicas asociadas.
Según mi experiencia con el programa “No más Diástasis” (No+D) se puede solucionar con un programa específico de 9 semanas en las que las mujeres trabajan de manera muy consciente todos los grupos musculares del abdomen; empezando por el transverso (nuestra faja natural).
Es un programa muy duro, que requiere compromiso por parte de las asistentes, y que consta de tres fases muy bien diferenciadas:
Fase de choque (3 semanas), en la que se trabajan todos los días. O bien asistiendo a clase o mediante una plataforma online. Ejercicios de activación de transverso, abdominales hipopresivos, trabajo de oblicuos para facilitar el cierre de los rectos. Además se incide en la importancia del ejercicio aeróbico, para completar el entrenamiento.
Se enseña cosas tan básicas como levantarse o acostarse de manera correcta, coger a los bebés/hijos, levantar pesos, toser y reírse de manera que no se ejerza una hiperpresión abdominal, que puede empeorar la patología.
Fase de estabilización (3 semanas): Normalmente el cambio observado es espectacular en cuanto a reducción de volumen y cierre de diástasis. Tras la valoración se plantea a la mujer que disminuya los días de trabajo abdominal, pasando de 7 a 5 días.
Fase de mantenimiento (3 semanas): Tras la valoración, a cada mujer se le orienta hacia lo que debe mejorar. Algunas mujeres deben conseguir el cierre de la diástasis superior, y se le marcan ejercicios específicos para lograrlo. Otras necesitan una mayor definición abdominal, y los ejercicios son otros.
Resumiendo el reto de las 9 semanas incluye, valoración inicial de abdomen y suelo pélvico, y 3 valoraciones a lo largo del programa para ir adaptándolo a cada mujer. Las sesiones en grupos reducidos presenciales, y el acceso a la plataforma online para guiar en el ejercicio en casa. Una dieta sana, compatible con la lactancia, porque es importante no tener sobrepeso.
]]>Si buscamos evidencias, vemos que los bebés, al nacer, a través de la leche materna, el aporte nutricional más importante que reciben es, precisamente, las grasas. Hasta 5 veces más que proteínas. Esta observación es aleccionadora y nos lleva a pensar que las grasas son realmente importantes en la dieta de los niños ya desde bebés.
Tenemos una explicación, el cerebro de los recién nacidos representa entre un 10-11% del peso total del bebé, una proporción muy importante si la comparamos con la del adulto (2%). En el adulto, el consumo metabólico del cerebro, la energía que gasta, representa un 20% del total, pero el cerebro de los niños puede llegar a consumir el 50% del gasto metabólico de todo el cuerpo, ¡inaudito! ¡Y eso que los más pequeños ni siquiera hablan!
‘El 60% de la masa encefálica está formada por grasas’ |
El 60% de la masa encefálica está formada por grasas y acumula la energía que necesita en forma de grasas. Por eso la leche materna aporta tanta cantidad de grasa en el bebé. Hay que tener en cuenta, pues, que los niños necesitan más cantidad de grasa que los adultos de forma proporcional a su peso, está claro.
Las grasas no engordan
Pensar que si damos grasas a los niños, éstos las incorporarán en forma de grasa en su propio cuerpo es un error. El metabolismo no funciona así. Hay grasas que tienen propiedades incluso opuestas: adelgazan, como por ejemplo el ácido linoleico conjugado de los quesos. Las grasas omega 3, por ejemplo, son indispensables para el buen funcionamiento en general de todo el organismo y muy en especial del sistema nervioso, irrenunciables para los estudiantes.
¿Qué grasas deben comer los niños?
Haremos una lista, pues, de alimentos que tienen grasas beneficiosas y necesarias, las cuales, lógicamente se deben comer con medida:
Frutos secos: nueces, avellanas, piñones, almendras, y también castañas, …. deberían llevar siempre en el bolsillo por si tienen hambre.
Aceite de oliva no refinado.
Aceite de coco, sésamo, linaza
Aguacates, Tofu
Sardinas, boquerones, arenques, anchoas.
Y, porque no, algún día, un buen corte de tocino fresco (no ahumado) mejor ecológico.
Si dais lácteos a los niños, es un gran contrasentido dárselos desnatados, pierden las grasas que necesitan y capacidad de absorción del calcio. Algunos quesos, yogures y kéfir pueden dar un equilibrio importante en la dieta, mejor si son de cabra o de oveja.
‘La obesidad infantil viene por el exceso de azúcar e hidratos de carbono refinados’ |
Qué grasas no debemos dar a los niños
Fritos (patatas fritas, patatas chips, chicken nuggets, alitas de pollo fritas con la piel …)
Pastelería industrial en general (magdalenas, pastelitos, bollería…)
Margarinas, chuches (golosinas)
Queso de fabricación industrial, mantequilla, helados, manteca, chicharrones
Chicharrones, cortezas fritas, daditos de bacon frito
‘Ganchitos, cortezas’, Churros, Chuchos …
¿Y no engordarán?
El problema de la obesidad infantil viene, principalmente, por el exceso de azúcar e hidratos de carbono refinados, y la falta de ejercicio físico. Las grasas saludables, estemos tranquilos, son necesarias y dan equilibrio a la dieta.